"A lo mejor la vida solo consta de disfrutar de los pequeños momentos."

24 de enero de 2015

A tres versos de ti.

Tres paracaídas y ninguno se habré. 
Dos pies y en ninguno me sostengo. 
Dos ojos y por ninguno te veo.

Ojalá pudiera oírte. Ojalá sentirte tan cerca como la brisa que me da de frente. Sin embargo, me siento desplumada, me has robado todo. Mi energía. Mis ganas vivir queriendo. Y no sin querer. Mis ganas de ver, de verte. Te has llevado mis largos caminos, mis auto destrucciones, mi antifaz, mi mala faceta antiderumbe. 

Acaso me quisiste sin problemas, sin ti. Uno de los más pequeños detalles que he tenido. El más importante. Más te vale devolverme sin rasguños, sin auto lesiones; aquellas cicatrices que con los años se hacían más  grandes, no quiero discutir sobre el no querer, ni sobre el miedo que aconseja tu cuerpo y te deja con sed. Mis auto destrucciones que me dejan bajo tierra, sin mi oxígeno. Los pros y los contras de las súplicas a media noche contra el sofá, de besarte mientras suena aquella canción de fondo. Si supieras lo que es quererte sin tenerte, si supieras lo que besarte sin tocarte. No dirías que te quiero sin querer queriendo, no dirías que por ti me doy de bruces contra el suelo. El universo sin ti y mis pequeños detalles sin sus hechos. Tus lunares tras galaxias, tus caminares con diamantes tras el cielo, me guarda la espera hasta la muerte. Que si me muero, por fin,  tu amor me llene, tu olor me inunde de esa melancolía inhumana. 

Siendo feliz a mi manera, reconociendo al sol como una estrella que no quema. Siendo pluton un planeta. Sin corazón contado, sin duda alguna. Aquí y ahora, Aquellas canción, en tus ojos, baila al ritmo de tu risa. Cántame la más bonita de tus canciones, la que haces cuando me miras. Entre soneto y soneto, un beso. Cada vez más cerca de tu día a día. Que no me gusta el ron a palo seco si no sabe a tus labios. Tengo corazón parado, parado y olvidado. Tengo esperanza de que vuelva a latir sin ti. Con el arma y el gran problema de la bala en el aire, a cámara lenta. Que si te da en el pecho rebote. Y vuelva hacia mi sin pensar el porque. No se si me dejarán quedarme contigo, pero si quieres te ayudo queriéndote. Aquí. Sin papeles firmados. Te quiero, sin embargo. Y ahora tus lunes amargos ahogados en café, y tus lugar favoritos tras la primera vez. Cada espina un pétalo, cada pétalo una rosa. Casi siempre y casi nada del revés. Y caminaremos frente al sol. Correremos bajo la luna llena mojados en lluvia, y tormenta. Tiritando sin saber por que, no me da miedo decir que si no estoy mañana me recuerdes hoy. Tuyo soy. Tuyo eres. Contigo que sin ti, no hay manera, te quiero por que si.

Ciérrame los ojos, si me ves a través de ellos como te veía a ti. Acércate, tócame las manos pálidas y frías como porcelana. Ni siento nada, ni tengo nada que perder contra ti.
 Quiéreme si te atreves.

11 de enero de 2015

Te quiero tan solo porque quiero.

Deslice cada uno de mis dedos por tu espalda. Deje caer todos mis impulsos en lo mas profundo de nuestros hoyuelos. Y sin embargo no apareciste. No te dignaste a venir cuando la luna se encendió, no te dejaste caer en mi cama. A mi lado. Simplemente te vi a lo lejos entre mis recuerdos, entre recuerdos en papel, recuerdos no presentes. No estas. No estarás nunca mas. Me duele verte así tras el espejo sin poder salir, sin poder tocarte esa piel, ese olor que desprendías. Estoy atada a mi pasado, a tu pasado, por decir de algún modo, a nuestro pasado. Al que cogí la mano y ahora no me suelta ni la pierna. Y ojala pierda los estribos por ti como hice anteriormente, ojala me llene de esa fuerza para salir a buscarte. Solo quiero una vez mas acurrucarme en el sentimiento anterior que ya olvidaste y dejaste entre lineas. Lineas oscuras, sin presencia de aquella luz fluorescente que me hacia achinar los ojos y verte dos veces. O tres cuando llevaba mas de tres copas encima, si verte ebria es bonito pues imagínate sin estarlo. Sin tenernos encima, a lo lejos, sigo viéndote igual entre lo inmune y lo sobrenatural, tu sigues siendo lo que quiero ver cada mañana al despertarme. Sigues siendo lo que quiero cada domingo en el sofá. Sigues siendo el mejor problema que he tenido.

Recordé lo lindo que sonaba tu nombre tras las cortinas del viejo bar de la esquina. Donde escribí tu nombre tantas veces como días habíamos pasado en ese mismo sitio. Pero sin querer me di cuenta de que tu nombre sonaba extraño y tan lejano como querer recorrer el mundo en tan solo quince días. Llámame de nuevo para poder grabar el sonido de tu voz en lo mas profundo de mi corazón, y que me duela para siempre como síntoma de tu recuerdo, Saboreando tu melancolía entre versos de poemas encharcados en sudores fríos a las tres de la mañana. Compone mis canciones otra vez, y di mi nombre en ellas como cuando me querías. Tan solo suena bien de tu boca, no suena bien de ninguna manera mas que de la tuya. A lo mejor no te suena mi nombre porque a penas lo recuerdas y a duras penas me olvidaste. Tan temprano como el sol cada mañana. 

Vuelve susurrarme al oído, consigue que mi piel se erice como conseguías cuando creía en tu magia, en la magia que componía tu risa. Cuéntame tus batallas apuntadas en cada uno de los lunares de tu espalda. Loca, sin misterios entre lineas me devora el sueño, sin tener los pies fríos te recuerdo apuntando dolorida tus poemas en verso, y no te quiero porque tu me quieras si no te quiero sin que tu me quieras. 

Y asi sin mas te quise, sin venir a cuento, boca arriba, boca abajo, y así pusiste mi vida de un momento a otro. Patas arriba. sin quererlo a penas.