Deslice cada uno de mis dedos por tu espalda. Deje caer todos mis impulsos en lo mas profundo de nuestros hoyuelos. Y sin embargo no apareciste. No te dignaste a venir cuando la luna se encendió, no te dejaste caer en mi cama. A mi lado. Simplemente te vi a lo lejos entre mis recuerdos, entre recuerdos en papel, recuerdos no presentes. No estas. No estarás nunca mas. Me duele verte así tras el espejo sin poder salir, sin poder tocarte esa piel, ese olor que desprendías. Estoy atada a mi pasado, a tu pasado, por decir de algún modo, a nuestro pasado. Al que cogí la mano y ahora no me suelta ni la pierna. Y ojala pierda los estribos por ti como hice anteriormente, ojala me llene de esa fuerza para salir a buscarte. Solo quiero una vez mas acurrucarme en el sentimiento anterior que ya olvidaste y dejaste entre lineas. Lineas oscuras, sin presencia de aquella luz fluorescente que me hacia achinar los ojos y verte dos veces. O tres cuando llevaba mas de tres copas encima, si verte ebria es bonito pues imagínate sin estarlo. Sin tenernos encima, a lo lejos, sigo viéndote igual entre lo inmune y lo sobrenatural, tu sigues siendo lo que quiero ver cada mañana al despertarme. Sigues siendo lo que quiero cada domingo en el sofá. Sigues siendo el mejor problema que he tenido.

Vuelve susurrarme al oído, consigue que mi piel se erice como conseguías cuando creía en tu magia, en la magia que componía tu risa. Cuéntame tus batallas apuntadas en cada uno de los lunares de tu espalda. Loca, sin misterios entre lineas me devora el sueño, sin tener los pies fríos te recuerdo apuntando dolorida tus poemas en verso, y no te quiero porque tu me quieras si no te quiero sin que tu me quieras.
Y asi sin mas te quise, sin venir a cuento, boca arriba, boca abajo, y así pusiste mi vida de un momento a otro. Patas arriba. sin quererlo a penas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario