En cambio, él era de esos que se dejaba influir por los demás que le importaba todo lo que dijeran de él. No le gustaba acercarse a esa gente que no era por decirlo demasiado “guay” Salía con esa gente que aunque no le caían muy bien, solo le importaba su dignidad. Que poco a poco iba perdiendo. Le encantaba montar en skate, esa gente con la que siempre le había gustado estar, pero por miedo siempre buscaba los mas fácil. No estaba del todo bien, fumaba, bebía, y hasta lloraba por las noches. Le encantaba pensar que era lo mejor, pero ya tenía una edad en que debía pensar en sí mismo; para poder salir de toda esa mierda que le rodeaba. Pensaba que el tipo de gente con la que iba se reiría de él, empezaron a pasar de sus sentimientos y el decidió por una vez ser el mismo, sin pensar en los demás. Cogió su skate, con la mirada caída, empezó a salir, a enamorarse verdaderamente de ella.
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