"A lo mejor la vida solo consta de disfrutar de los pequeños momentos."

2 de septiembre de 2013

¿Ve esa estrella? Tu eres más bonita.

Os contaré una historia, una historia sin final. Ya que no consiguieron acabar lo que había entre ellos dos. Os contare como la remota idea de felicidad no existe, pero esque esta historia comienza con una sonrisa. A lo mejor no iba para él, pero parece que todo comenzó así, sin planearlo, sin saber nada. La historia comienza con una caída, una caída de dolor, un empujón y una relación no muy buena. Se odiaban, se odiaban profundamente. De eso de insultarse en cualquier esquina que cruzaban, de eso que nunca hablan pero si al principio empezó mal, sin un porque. Nadie sabe la explicación de acabar odiandose tanto pero sin embargo nunca lucharon por acabar juntos. Todo empezó con el, su subconsciente la quería con todo el corazón. Pero ella ya había aprendido, sabía que no era buena idea enamorarse. No quería, la dolía cada vez que le hablaban del tal 'amor' ese tan cabron y sobretodo estúpido. 

Os lo contare deprisa, un poco menos claro pero os contare como acaba cada mala discursion con un buen beso. Como un corazón a mil por hora puede llegar a casi salirse del pecho. Una caricia, un susurro todo puede hacer que un horrible principio acabe sin un incómodo final, y sin un final feliz. Es decir, por sí no sabéis de que voy sin final. Sin un 'y comieron perdices' ni un 'y fueron felices' sin nada del estilo ¿vale? 

Claro que se odiaban pero nadie ha dicho que sea malo porque su amor era totalmente más verdadero. El se había enamorado de ella hasta cuando discutían, acabando en besos. De esos 'no quiero volverte a ver en mi vida' y acabar recostados en la hierba abrazados. Sólo hacia falta un 'me he enamorado hasta las trancas de ti' para que su corazón se diera cuenta de que era una señal. Una horrible pero maravillosa señal. Le quieres. Harías lo que fuera por verle sonreír, es feliz a tu lado. ¿No crees que con eso te vasta? El haría lo que fuera por verte llorar de la risa y besarte como si el mundo hoy se acabara. Siéntete bien, no estas sola. Nunca lo has estado. Llámala. Y dila que quieres pasar el resto de tu vida a su lado. 

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