"A lo mejor la vida solo consta de disfrutar de los pequeños momentos."

12 de septiembre de 2014

Ojalá vuelvas y veas todo igual.

Tantas veces ida, tantas veces melancólica.  Tantos días y tantos lugares extraños y simplemente doloroso se me acurruca en la costilla derecha sin dejarme respirar. Aprisionando a mis pulmones sin dejarme aliento, me gustaría saber a que saben esos besos malditos.  De corazón abierto, de lágrimas amargas, de todas las maneras posibles y nunca dichas. Sin dejar de entumecerme, sin tener en cuenta mis sentidos, mis lloros y mis defraudadas dudas que trepan por tu espalda. Me creo un héroe maldito de tus besos, me creo supersticioso y en ruinas cómo Roma. Me creo París con sus múltiples posibilidades de lucir. Me creo cualquier parte del mundo si estás tú. Si estoy yo. Si estamos juntos.

Tantas nostalgia en mi labia, que latía sin dejarme respirar sin dejarme controlar aquellos sentimientos embadurnados en agua salada. El problema es que yo no quiero a nadie más en mi cama, ni a mi lado en el desayuno, no quiero a nadie más  que a ti. No quiero otra sonrisa, otra voz que canturrea una canción sin tener ni idea de cual es, no quiero otro que me enseñe a volar cuando llueve, te quiero a ti con tus muchas despedidas, te quiero con tu sonrisa que me aturde cuando brilla. No quiero nada más, y eso ya lo he dejado claro.

Noches oscuras incomprendidas, llenas de luces oscuras también. No encuentro la gracia a tu dudas. No encuentro la luz en tus ojos. No estas tu, y si no está tu ¿que será de mí?

Si no estas tu.
Yo no soy nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario