"A lo mejor la vida solo consta de disfrutar de los pequeños momentos."

7 de septiembre de 2014

Sí eres tu ven y lo dejo todo.

Conteniendo las lágrimas guardadas en el mismo lugar que tu sonrisa. Resguardada del dolor marcado a bala. Aquella luz de sol entre tinieblas, quien diría que te busqué dejándome cuerpo y alma en combate. Cicatrices marcadas a traición realmente dolía el corazón. Y si no te veo me derrumbó, me cojo de cualquiera de esa forma que dejó caer mi leve peso hacia delante en busca de esa ayuda.

Rehuyó a corazón abierto, Deslumbraba en el atardecer de sus ojos. Sosteniendo cada llanto malherido en sudor, no quería sentir más que el leve peso muerto de mi subconsciente impreso en mi nostalgia, en mi melancolía derrumbada. Cabizbaja, desecha, bella, hermosa, herida, rota, pisada y derrotada. No era lo mismo deletrear su nombre que contar su historia. No era lo mismo decir te quiero a sentirlo. ¿Y que era lo mismo en ese mismo instante en el que sus ojos azules brillaban humillados en el horizonte de ese espejo sin salida? ¿Que era de esa vida contada en verso esperando un príncipe una sombra que la ayudaba en los momentos crudos? No era yo. Eres tu, donde quieras que estés. Incrustada en ese cielo nublado con olor a lluvia, alegre entre flores amarillas, divertida entre las sábanas blancas, arisca a las seis de la mañana, eras tu bajo el paraguas de día y bajo la capucha de noche. Donde quiera que estés sigues siendo tu.

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