"A lo mejor la vida solo consta de disfrutar de los pequeños momentos."

2 de diciembre de 2013

Por cada cinco míseros años sobredosis de felicidad.

Había vivido una 19 Navidades. Y había visto brillar el cielo unas 520 veces o más. Estaba decidida a ver a amanecer casi 1000 veces, y cada día que soplara el viento levantarme asombrada. Quería ver el atardecer sólo una vez, y asombrarme cada día. Se me atropellaban las ilusiones y me sentía derrotada. Que inverosímil. Había derrotado miles de primaveras y cada vez el invierno estaba más cerca. Era un propósito, un riesgo que correr demasiado gratificante. Y esque a veces no es un riesgo suplemente es una batalla a muerte. Donde acabas abarrotada. Miles de preguntas, miles de respuestas, coordinadas con cinco o seis  perfumes con olor a primavera. Miles de inviernos y miles de abrazos. Pero te das cuenta siempre hay algo arriesga por lo que estas dispuesto a perder miles de veces y ganar una.

Ahí me di cuenta, no sabía diferenciar entre la simpleza de vivir y la mísera vida de una estrella. Que sólo se ve por la noche. Me dedicaba a contar las estrellas una a una, a multiplicarlas por seis y a dividirlas por cinco sin dar decimal. Era complicado era demasiado aburrido, era algo que nunca logre de entender porque lo hacia. Cada mañana cada noche, cada madrugada al despertar. Oscuridad remota, y simple soledad. Allí aquí, esta muy cerca de cada punta del mundo. Para alla, para acá casa vez más lejos. Sólo comprendía porque vivir y vivir contigo se diferenciaban en una cosa, las sonrisas que acumulábamos cada año que pasábamos juntos. 

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