"A lo mejor la vida solo consta de disfrutar de los pequeños momentos."
8 de diciembre de 2014
Despiertame como tu sabes.
1 de diciembre de 2014
Cartas quemadas a traición.
23 de noviembre de 2014
Por un +1.

27 de octubre de 2014
X
16 de octubre de 2014
¿Y por qué hoy no?
Palabras difíciles entre lineas marchitas que suenan en mi corazón a causa de tu inseguridad que vuela entre el humo de aquel barco a vapor que se oye en la orilla.
Vuelta al mar, el mar sin esa salida llena de flores, mariposas, donde los cuentos dejan marcas de dolor travestidas en silencio. No soy yo, ahora mismo mi corazón no late y volverá a ser por ese frió que conmueve mi alma llena de rastrojos, de arañazos, y ese dolor por ese calor del hielo. Del dulce sabor a frío que entumece mi cara al oírte suspirar. Pero si luchas para perderte empieza por saber que es el fuego que quema a veces y otras veces no da mas que calma envuelta en furor. Dime quien eres tu cuando te vistes de viernes y me llegas los lunes por la mañana intentando hacerme daño. Dime quien es la lluvia que moja mi cara en los días de otoño y me nubla la vista. No quiero hablar, no necesito esas palabras que crean punzadas en mi pecho.
No quiero nada de ti. No te quiero a ti, y a lo mejor no notas el fuego entre tus entrañas, y el calor que que nos dábamos unos a otros. Y ya se empieza a notar el frió entre tu y yo. El frió doloroso que casi quema. Que casi duele.
27 de septiembre de 2014
No.
Se me nubla el corazón cuando pienso en ti. Y aquella metáfora que recorría cada poesía inscrita en tus besos. Me suena bien. Y sabe mejor si estoy cerca. Se me hunde el corazón en agua tibia cuando hablo de ti, cuando me muero por dentro y me quedo sin lágrima. Se me cae el corazón al suelo cuando ya no lo tengo cuando ya no aparece y se ha ido.
Me lo has robado todo, y solo me queda recordar esa presencia de locura en tu pelo. Esas pintas de satisfecho al tomarte el primer café de por las mañanas, esa cara de judas cuando me mientes. No me mires así no alargues esa cara tan bonita que resplandece en el atardecer. Y ahora que se me nubla la vista he decido no buscarte, no buscarte en ningún lado ni entre escombros ni entre tus fotos en blanco y negras clavadas en el techo. Yo salía en ellas, y a lo mejor tú también, ya no recuerdo.
Y así me gusta (no) recordarte. Así me gusta no acordarme de tu calle, de tu número, de mi "yo" al estar contigo. No era diferente, solo más natural. Más normal. Aunque nunca lo fui, nunca fui normal, me sentí privilegiada al estar acomodando mi cabeza en tu hombro. Nunca fui normal, cuando me encontraba ruborizada cuando me mirabas. No estoy loca y pensarás que si. Que si me fui fue por la simple manera de quererte, de quererte tan fuerte. De poder ser tan felices juntos.
El "no te olvidaré" no será recordado aunque tus labios hayan dejado cicatriz entre mis sentidos.
El "ojalá le vea" de los sábados, aunque sea a tras luz cortado al viento, contigo o contigo no hay más opción que quedarte más tiempo del siempre.
26 de septiembre de 2014
Dime donde estás, no quiero verte.
No quiero echar de menos a nadie cuando diga adiós y sin embargo inspiro. Siento su ausencia y rememoro, y ojalá no le viera cuando no está. Y ojalá me sentara bien saborear el aire por el que él no ha pasado pero se me nubla la vista. Se me revuelve el estómago pensando en que será de mi con la cama vacía y llena de dolor. Que será de mi sin esa magia al despertar, sin esa presencia tan apetecible. Sin compañía mi cama esta fría, helada, sin necesidad de moverme siento frío y desolación. Sola. Sola me encontró en esta oscuridad sin salida.
Tu dulce perfume ya no está, tu me dices que vuelves cuando no es verdad y se me erizara la piel al ver el mar sola. Cruzó mis brazos y tirito, ojalá me abrazaras de nuevo como antes hacías inconscientemente. Y me gustaba sentir calor ajeno antes que el mio propio, sentir sus dedos entrelazanadose y agarrandome por reírnos la espalda, me recorría una ausencia por el cuerpo que hacía que me retorciera de dolor. Era irónico pensar en ti sin recordar tus rasgos más sutiles, sin recordar como movias tus manos al bailar, esos pequeños y diminutos síntomas de dulzura al reírte de mi risa. Poco faltaba cuando me intercambie la vida con el de enfrente, poco faltaba para que mi corazón muriera y no por ti. Por mi y, mi manía de pensar en que te quería más que tu a mi y que fuera verdad.
Me dolía tanto como acostumbrarme a tu ausencia de calor, y al frío de cada invierno sola. O aquel infierno sin tus besos. Me dolía.
23 de septiembre de 2014
Quiero enseñarte a suspirar entre el recuerdo.
Suspire una vez más. Me había dado cuenta que por primera vez necesitaba a alguien a quien agarrarme. De agarrarme contra mi pecho en los días malo y suspirar ese olor. No estaba sola tampoco pero nadie podría acogerme en su cama como lo hacía él, nadie podría recoger mis cachos después de cada caída. Nadie me vio caer, y ahora no sería la primera vez. No quería que nadie me viera desgarrarme sola, crujir cada uno de mis huesos y romperme. Nadie lo vería jamás. Nadie vería mi cara empapada en lágrimas ni mi maquillaje corrido. Nadie me vería deshacerme de todas las cosas que me hicieron lanzar zarpullidos a la vida como consecuencia de un mal día.
Pero sin embargo, después de tanto tiempo buscando a alguien para que me pudiera abrir los ojos y hacerme una vez más libre de lo que un día no fue mio. Pero que más da conmigo que sin mi, si nadie me busca antes de perderme. Que más da hundida que con una pierna dentro, sigo estando ahogada en un millón de lágrimas hechadas a un lado dispuestas a empapar.
Pero me he fijado en ti, en tu forma de sacudir tu mano al verme. De hacerme reír. Tu forma de decir que de verdad te quedas. Pero donde estarás ahora, cuando tu has empezado a agarrarte a mi, y ahora no sirvo de sostén para nadie. Me sostuvieron tus ojos, tu mirada entre mis manos y sentí que algo me avisaba de que en realidad después de irte me caería. Así ha sido, estoy pérdida en ese mar azul. De nuevo, sola.
17 de septiembre de 2014
No quiero
Cansada de esperar. De esperar a que todo vaya mejor, a saber me una canción de rock. A escuchar la radio y bailar. Cansada de cerrar los ojos y esperar algo a cambio. De esperar a que venga alguien y me abrace en los momentos que más me cueste abrir los ojos. Me gustaría no esperar tanto y estar dejar de estar cansada por cosas sin importancia. Por la necesidad de esos abrazos, y de esos besos. De esos guiños de ojos, de esa mirada, de esa sonrisa que me hace palidecer. Estoy cansada de dejarme la piel, de no tener una vida junto a ti.
Por fin lo he dicho, y hablo de ti con palabras mayores, con acento en la "i" con interrogante en "junto a ti" o quien sabe que "Sin ti". Demasiada importancia dejo en tus palabras, en tus gritos, en tus sonoros gritos. Bastantes en tus llamadas, en tus besos y abrazos. Me gusta parecer pesada para parecer que te quiero más que tu. No quiero ser pesada quiero ser tu, quiero ser tu sábana por la mañana y a tu lado por la noche al despertar. Quiero sentir tu calor en mi rostro. Quiero tener la posibilidad de besarte de noche y si me dejas también cuando sale el sol.
Me quedo pensando, y es que No quiero ser tus mediodías, no quiero ser tus mañanas ni tus noches. No quiero ser tu nada ni tu todo. Porque si me miras desvanezco y si me sonríes me muero. No quiero saber diferenciar tu sonrisa triste de la que de verdad me gusta, no quiero tenerte, no quiero volver a verte. Nunca más, si no es con esa vida por delante para vivirla junto a mi. Porque ya no quiero otra vida sin ti, otra hora más con dudas, no quiero nada que no se parezca a ti.
13 de septiembre de 2014
Esperando, esperando algo que no llega.
Esperando una reconciliación. Un mensaje de autoestima elevada. Un beso en un tren. Una carta que venga desde el sitio más remoto. Esperando tu Cruz, tu vida, mi ausencia. Esperando tu venida y tu ida. Completamente arisca, muerta de frio dentro de ti. Casi sin morder polvo. Estoy esperándote a ti. A tus abrazos en la madrugada, a tu besos en el atardecer. Te estoy esperando, esperando todo de ti todo lo que quiero de ti. Simplemente lo que antes procuraban regalarme con tan sólo mirarme. Y ahora, ¿y ahora? Ya nada, no hay ni principio ni fin. Estoy acostada sola en el sofá. Frente a la puerta.
Sopla el viento y lo único que veo es oscuridad, oscuridad entre mis cortinas y entre tu sonrisa y la mía, que ya no hay nada. Ojalá me acordará de como era estar contigo. De como era recostarse sin tocarte y sentir tu calor pegado a mi cuerpo. Ojalá estuvieras aquí. Y no donde estas que ahora mismo ni yo misma lo se. Esperando algo que con el aire se está yendo poco a poco y el tiempo ya no me regala vida más para pasarla a tu lado.
12 de septiembre de 2014
Ojalá vuelvas y veas todo igual.
Tantas veces ida, tantas veces melancólica. Tantos días y tantos lugares extraños y simplemente doloroso se me acurruca en la costilla derecha sin dejarme respirar. Aprisionando a mis pulmones sin dejarme aliento, me gustaría saber a que saben esos besos malditos. De corazón abierto, de lágrimas amargas, de todas las maneras posibles y nunca dichas. Sin dejar de entumecerme, sin tener en cuenta mis sentidos, mis lloros y mis defraudadas dudas que trepan por tu espalda. Me creo un héroe maldito de tus besos, me creo supersticioso y en ruinas cómo Roma. Me creo París con sus múltiples posibilidades de lucir. Me creo cualquier parte del mundo si estás tú. Si estoy yo. Si estamos juntos.
Tantas nostalgia en mi labia, que latía sin dejarme respirar sin dejarme controlar aquellos sentimientos embadurnados en agua salada. El problema es que yo no quiero a nadie más en mi cama, ni a mi lado en el desayuno, no quiero a nadie más que a ti. No quiero otra sonrisa, otra voz que canturrea una canción sin tener ni idea de cual es, no quiero otro que me enseñe a volar cuando llueve, te quiero a ti con tus muchas despedidas, te quiero con tu sonrisa que me aturde cuando brilla. No quiero nada más, y eso ya lo he dejado claro.
Noches oscuras incomprendidas, llenas de luces oscuras también. No encuentro la gracia a tu dudas. No encuentro la luz en tus ojos. No estas tu, y si no está tu ¿que será de mí?
Si no estas tu.
Yo no soy nada.
7 de septiembre de 2014
Sí eres tu ven y lo dejo todo.
Conteniendo las lágrimas guardadas en el mismo lugar que tu sonrisa. Resguardada del dolor marcado a bala. Aquella luz de sol entre tinieblas, quien diría que te busqué dejándome cuerpo y alma en combate. Cicatrices marcadas a traición realmente dolía el corazón. Y si no te veo me derrumbó, me cojo de cualquiera de esa forma que dejó caer mi leve peso hacia delante en busca de esa ayuda.
Rehuyó a corazón abierto, Deslumbraba en el atardecer de sus ojos. Sosteniendo cada llanto malherido en sudor, no quería sentir más que el leve peso muerto de mi subconsciente impreso en mi nostalgia, en mi melancolía derrumbada. Cabizbaja, desecha, bella, hermosa, herida, rota, pisada y derrotada. No era lo mismo deletrear su nombre que contar su historia. No era lo mismo decir te quiero a sentirlo. ¿Y que era lo mismo en ese mismo instante en el que sus ojos azules brillaban humillados en el horizonte de ese espejo sin salida? ¿Que era de esa vida contada en verso esperando un príncipe una sombra que la ayudaba en los momentos crudos? No era yo. Eres tu, donde quieras que estés. Incrustada en ese cielo nublado con olor a lluvia, alegre entre flores amarillas, divertida entre las sábanas blancas, arisca a las seis de la mañana, eras tu bajo el paraguas de día y bajo la capucha de noche. Donde quiera que estés sigues siendo tu.
1 de septiembre de 2014
Encontrándonos antes de buscarnos.
¿Dónde quedaron los besos sin norte? ¿Las despedidas de verdad? ¿las risas que naufragaron por nuestros labios? ¿Dónde quedaron los libros con nuestras historias de amor? ¿esa vida llena de alegría entre nuestros cuerpos pegados? Esos susurros que se oían a lo lejos de ese mar. Aquella velada entre estrellas que inundaba nuestra mirada haciendo brillar. Ese brillo en los ojos, ese rojo en los labios, ese mar en tu iris, ese asqueroso olor a olvido entre líneas de pentagramas.
Me balanceo entre tus cuerdas, te miro y resplandezco. Me columpio por tu pelo, acariciandolo con mis dedos, quien quieres que sea que lo seré por ti. En quien quieres que crea que creeré por ti. Me acomodo en la luna, en el sol, en lo alto del cielo simulando que vuelo. Me cubro de la simple capa de hielo, que si hace frio ven, que si hace calor también. Ahora, o Nunca.
¿Que paso con tu risa floja entre mis labios? ¿los leves gruñidos entre mis entrañas? ¿ese olor a tristeza entre mis brazos que nunca volveré a oler? Ya se fue. Ya se cruzo de brazos. Ya me miró con los ojos abiertos dejándome ver el mar abierto. Ya no estoy yo. Ya me he ido. Pero no me busques, ya me encargaré yo de ti, de encontrar ese olor a vainilla en tu pelo, ese crujir en mi corazón agrietado, de recorrer tu espalda por cada uno de tus lunares, ya cogeré yo las riendas de mi corazón para deshacerme de todo este mal dentro de mi. Pero me río, y quien sabe si algo más. Nadie sospecha que entre tu búsqueda y la mía haya algo que ver. Yo te busco y quien sabe que buscas tu.
1 de agosto de 2014
Callará debajo de ese mar sin palabras.
Estaba escribiendo algo equivocado.
Algo que me venía a la mente. Pero sin querer se iba. Quería escribir una respuestas a esas interminables preguntas. Escribir canciones de amor, escribir cartas a mano. Con sudor frío y sangre caliente.
Sufrí un naufragio de recuerdos, y nade entre inhóspitos mares azules.
Casi siempre me sentaba a la orilla de ese mar, sacudía las manos entre la arena. Quien pensaría en lo que pasaría cuando mis dedos tocarán ese dolor tan profundo. Tan doloroso cómo una bala atravesando mi pecho, atravesando ese mar entre montañas.
¿Quién me esperará detrás de ese espejo, de ese espejo sin salida? ¿a caso es el mismo que mira detrás de mi hombro cuando hablo por teléfono? Quien sabe de lo que soy capaz cuando me acaricias el mentón, cuando se me eriza la piel al tocarme con tus dedos mi mano.
Nadie improvisa en esta vida como yo cuando intento besarte y ya has desaparecido. Siento de nuevo, en un abrir y cerrar de ojos, aquel agua tan sumamente helada. Quiero recordarte cómo esa tempestad que me da de frente en las piernas y me moja entera, me acaricia el cuello y me sumerjo entre el humilde recuerdo que profundiza en ti. Recordarte como ese frío en verano y con esa pequeña mueca tan divertida que me encantaba.
Solo quiero ser aquello que vuela sobre el cielo, aquello que me inunda de oxígeno los pulmones y da vía libre a mi subconsciente. Da esa libertad tan repentina a mi mente de naufragar entre mares inmensos sumergidos en mensajes dentro de una botella. Quiero aquello que me haga nadar sin ahogarme, nadar sin dejar de respirar. Sumergir mis entrañas entre agua salada casi desolada. No quiero cubrirme de impertinencias inagotables, y ojalá vuelvas como cada mañana al mismo mar y poderte ver sin que me veas.
Invisible.
Invisible a tus sentidos.
4 de julio de 2014
Carta escrita en cuestión de tiempo.
He aprendido que todo viene como se va, de la misma forma y del mismo modo. He visto como se viste de gala y se marcha por la puerta con otra cada palabra tuya. He reconocido el día de hoy entre todos los días que pasaron rapidísimo. Pero no es el día de cumplir de respetar que nada es para siempre y que suena a chiste cuando me fijo en los que se mueven en mi alrededor. Y ojalá os deis cuenta de que nada dura, nada llega fácilmente, nada coge rumbo y vuelve. Nada, nada, ya nada me llama la atención; los buenos modales ya no sirven en la misma mesa que el amor. Te quiero como ayer y menos que mañana. Las palabras bonitas se han perdido y si hablamos de ti, tus mentiras han cambiado y parecen más verdaderas.
Y sigo aquí, miro a mi alrededor. Y veo a mis padres, a mi madre y a mi padre. Mi madre que ojalá fuera un poco igual a ella. Solo un poco parecida. Reconociendo a mis amigos desde niños y teniéndolos desde ahí. Conociendo ya con mayoría de edad que las personas que teníamos al lado con 6 años van a ser las mismas que cuando tengamos 40. Seria un gusto pero parece ser que eso ya no se lleva.
No se lleva decir la verdad, es más normal mentir y hacer que todo gira a tu alrededor. Esos tiempos no duran cuando tardabas meses en pedir a una chica una cita y ahora se han perdido los cortos modales en el amor. Y yo escribo esta carta en conmemoración mía por si se acuerdan de que un día confundí el amor, mientras la mayoría confundis la palabra "enamorarse"
22 de junio de 2014
Por si te quiero, que me quieras.
Es que hay algunos días en que me encuentro sola entre un millón de gente, y necesito sentir aquel calor entre la gente que un día quiso estar a mi lado. Pero sopla el aire y no quiero que alguien se acerque a mi solo por si el viento se le lleva al oscuro cielo inmenso. No se porque no se me curan las heridas aunque llueva ni aunque sus manos sienta.
Porque si no estoy así me siento llena. Llena de aquella nostalgia inhumana, aquella arena apedreada entre sonrisas. Y que ojala no sienta el vacío entre las entrañas porque no quiero estar mas tiempo sola, en ese par de sistemas insensibles que recorren mi estomago lleno de melancolía inhabitable. Y ojala este libre de ataduras con alguna que otra vida por delante y si estoy sola mejor que mal acompañada sienta que no me muero y por fin pueda decir que estoy empezando a vivir lo mio. Dejando de robar un poco de cada uno para vivir sola como es debido.
Y por si acaso no quedo claro quiero vivir a mi manera sin interrumpir besos repentinos en metros ni abrazos en calles desconocidas quiero cogerme de las manos y sentirme aunque solo sea a mi, cerca. Y por si esto no funciona me gustaría contarte lo que esta pasando al otro lado de la orilla junto al mar tocando el cielo y sin sentir tus palabras clavadas en mi costado. No quiero presenciar tu beso maldito con reflejos físicos ni dejarme aplaudir por aquella marea baja de verano sin ataduras y sin roces de viento. Sin sentir vida alegre y calva sin sentir tus ojos clavados en mi pirque ya no se vivir sin contarte entre estrellas acunando mis sentidos.
Y hablando claro, que me jode no hacerte sonreír. Y me pierdo cuando estoy cerca de ti y siento esos calambres que hechizan cada rincon.
11 de junio de 2014
Y ojala se me llenen los oídos de tu risa floja.
Me duele la cabeza de esperar, de esperar a que algunas cosas lleguen. De que todo se quedé ahí donde lo dejé, y ojala se moviera porque no aguanto esta rutina. Y me siento hundida entre miradas y entre espejismos y tristezas. Inundada hasta las trancas de no poder sobrevivir, me arrepiento de haber cogido el tren menos adecuado para este viaje. Pero por fin levanto la cabeza cuando se de que me habla el viento o cuando me toco las heridas y aunque apriete ya ni duelen. Por si acaso llámame mañana por si te necesito, porque ya no aguanto mas sin tu presencia y sin tu manera de vivir la vida. Aunque me mires de reojo cuando pasé o cuando me quede perpleja buscando aquel frío que tan malo era pero que no me dio ningún escalofrío.
Y si quisiera sufrir, no creerás que me duele no tenerte. Pero que si no vuelves, no vuelvas a olvidarte de esa oscura sombra que me iba a dejar hasta que pasó. Y desde aquí digo que no he empezado con mi historia. Que acaba de comenzar, es el principio de un final interminable, de aquella historia de amor lenta. Con trágico final. Aquella historia acomodada a llevarme por delante, con un final feliz. No quiero volver a alejarme de ti, porque ya me tortura el despertarme. Que si eso llámame, que tu musica me sorprende. Has debido equivocarte conmigo de nuevo.
16 de mayo de 2014
Y a lo mejor besarte.
A lo mejor te preguntas porque soy así y grito cuando algo me sale bien, o cuando salto de alegría cuando consigo lo que quería. A lo mejor quieres saber porque río a menudo y lloro a oscuras. O si me pongo de cuclillas cuando estoy triste y me tapó los oídos cuando truena. A lo mejor no te importa porque sonrió cuando me miras o me recojo el pelo al llegar a casa. O esas cosas que no se porque hago ni porque te cuento. Porque la verdad es que ni a mi me interesan. Y es que no soy yo cuando dejo de saltar en la calle y me río tanto de llegar a llorar. No soy yo cuando en acurrucó en la cama y pienso que seria de mi sin un poquito de los demás.
Y si sigues preguntando porque quiero estar sola en los momentos tristes o en los momentos de euforia, y si sigues preguntándote porque en realidad no quiero estar sola pero digo que si. Te espero con el café de siempre a la hora de siempre, no quiero caras tristes ya que tampoco me gustan, no quiero preguntas de como sobrevivo estando triste y al minuto contenta. No quiero saber nada de lo que me propuse porque ahora mismo no existe. Ojala quisieras preguntarme que haría si quisieras estar conmigo, porque seria besarte.
8 de mayo de 2014
People change.
Estoy dispuesta en cada momento a saltar el fuego si es por ti, a quemarme si es necesario, a agrietarme las manos si es por salvarte de nuevo. Estoy de pie y sin moverme estoy preparada. Estoy preparada a saltarme las reglas, a no hacer caso a los que me digan "ten cuidado" Que si quieres a puesto mis entrañas por ti. Que cojo al toro por los cuernos y te beso. Si quieres te cojo de la mano y señalo la luna, y con ella al sol. Tan solo y humilde. Y aunque estés solo mira al cielo que las estrellas te apuñalen cada síntoma pero que no es de mi incumbencia tener que caer para poder cerrar los ojos. Que si me cayo reviento y suelto de otra. Que no quiero pasar una vida mas sin poder arriesgarme a perder tantas veces como estrellas hay en el cielo. Que si quieres invitame a bailar y yo te pago otra copa.
Tengo agrietados los labios de tanto comerme la cabeza pensando cuando vendrás. Tengo asustadas a mis piernas por no saber cuando andar, y mis ojos cansados sueñas con volar.
28 de abril de 2014
Esto no es amor.
A lo mejor no es amor, y se me ha roto algo por dentro. Y no entiendo porque si no es amor. No entiendo como me puede doler tanto si solo es cariño, si solo es una emoción por conocer una sensación diferente. Se me retuerce la autoestima si veo que el cariño que da no es para mi, pero no es amor. Me duele hablarle y no decirle algo bonito. Pero sigue sin ser amor.
Quiero tocarle el pelo, y quiero susurrarle al oído que el mundo es nuestro. No sé, me estoy adelantando porque esto no es amor. Ojala pudiera decirte que no quiero nada, que no siento nada al mirarte a los ojos. Decirte que no siento tus palabras clavadas en mi mente. Que no, no estoy enamorada de ti. Que no quiero pasear a tu lado de la mano y sonreír a la nada. No quiero que seas el motivo de mi alegría por las tardes, no quiero que me motives con un buenos días que no quiero nada de ti. No quiero besar tu sonrisa, ni razonar tus preguntas. No te voy a dar la bienvenida. No quiero que te quedes.
Pero es que me dicen que miento tanto, que me miento tanto. Que digo que no es amor lo que siento. Que no estoy enamorada, que lo es eso. Me miento diciendo que no soy yo. Pero es que estoy enamorada. Porque enamorarse es querer subirse a cualquier sitio y gritar. Gritar cualquier cosa, que estas feliz. Se que te echare de menos si te vas y tambien se que si te vas estoy perdida. Pero es que es amor, y no quiero despedirme de ti. Estoy completamente segura de que quiero besarte si tu sabes quererme. No voy a irme de estas palabras que te estoy escribiendo, porque es otro amor destinado al fracaso. Terminará fracasando, y terminando porque no soy capaz de quererte menos que tu a mi. No soportare quererte poco, y cada vez querré quererte mas y no podre soportar quererte tanto al final. Me dolerá el corazón y acabara marchitado y lleno de impurezas, no puedo quererte mas de lo que te quiero porque lo que te quiero ya es bastante. Ya ha quedado claro que es amor.